Nuestras Logias están abiertas a todos aquellos, que dentro del respeto más absoluto a las creencias particulares, hacen del conocimiento un principio de búsqueda, análisis, debate, y de su moral una base para la construcción de una ética universal y de un humanismo que pueda revalorizar la espiritualidad en nuestros días.
En la Francmasonería sus miembros están divididos en grados o, por decirlo de otra manera, diferentes niveles de progreso y de compromiso, de obligaciones y derechos. Cada grado se suele distinguir por un determinado ritual, por unos signos de reconocimiento y por una lección moral específica de cada uno. Existen tres: el de Aprendiz, el de Compañero y el de Maestro Masón. Sin embargo, con el tiempo, y debido a la expansión por el continente europeo de la Masonería durante el siglo XVIII, aparecieron nuevos grados o nuevos sistemas de grados.
Aprendemos mediante símbolos y el velo de alegorías, siendo la logia el microcosmos y el macrocosmos. El hombre es el microcosmos y participa del macrocosmos. Sin macrocosmos no hay hombre.
Después de las tenidas (reuniones masónicas), es costumbre que todos los miembros cenen juntos de manera informal para disfrutar de una buena comida, buen vino y buena compañía que denominamos ágape. Y lo más importante, para pasarlo bien juntos en un sano ambiente fraternal.
Textos: © Gran Logia de España, 2023.